Poniendo Kotlin en producción a palos

Kotlin mola, vale. Pero como ocurre muy a menudo con nuevas tecnologías, plantea muchas dudas a la hora de ponerlo en un sistema en producción. A ti igual no, porque te mola, pero a la gente que tienes alrededor seguro que sí. ¿Por qué vamos a arriesgar un sistema en producción por poner un lenguaje nuevo, con imprevisibles efectos secundarios?. ¿Por qué vamos a complicar nuestro sistema haciendo que la gente tenga que conocer un lenguaje más?. ¿Por qué vamos a perjudicar la productividad de nuestros desarrollos añadiendo el coste de aprendizaje?

¿Preguntas sin respuesta real?. Es posible. Pero vamos a intentar dar respuestas. Contaré la historia, desde la experiencia personal, de cómo lo hice yo, en el contexto de un backend basado en microservicios, y todo desde el punto de vista de alguien que llega a Kotlin desde Java. Y, aunque lo consiguiera, cómo podría haberlo hecho. Y sobre todo, contaré cuáles fueron las conclusiones, razonando sobre las verdaderas ventajas y problemas que puede ofrecer este cambio y comentando cuáles son las principales mejoras que tiene el lenguaje desde un punto de vista práctico.

Sobre Andrés

Javasaurio con más de 20 años de experiencia desarrollando para industrias de todo tipo, desde la aeroespacial hasta las bibliotecas, pasando por publicidad, banca, seguros... y ahora en el mundo de las comunicaciones móviles en Tuenti. Más back que front, en los últimos años ha podido disfrutar bastante desarrollando arquitecturas distribuidas de microservicios en las que se busca tanto un buen rendimiento como una alta disponibilidad.